Rafael Cortijo Verdejo

Por Miguel López Ortiz

LUGAR DE NACIMIENTO: 
Santurce, Puerto Rico
FECHA DE NACIMIENTO: 
10 de diciembre de 1928
FECHA DE FALLECIMIENTO: 
3 de octubre de 1982 

En el diccionario de la música afroantillana, el nombre de Rafael Cortijo es sinónimo de leyenda. Una de sus figuras cumbres y más veneradas. Líder de una de las organizaciones rítmicas más admiradas durante la segunda mitad del Siglo 20: Cortijo y Su Combo. Maestro del tambor caribeño. Inspirador de dos generaciones de cultores de la rumba y de los puertorriqueñísimos ritmos de bomba y plena. Este personaje irrepetible, de origen muy humilde, era hijo de Juan Cortijo Clemente y Juan Verdejo, quienes también procrearon a Francisco, Cecilia, Rosa y Gilberto. Contaba 11 años cuando el trompetista Paulino Flores lo introdujo al fascinante universo de la música caribeña enseñándole lo elemental en la ejecución del bongó. En lo sucesivo, sin maestro, aprendió a ejecutar el timbal, las tumbadoras – o congas – y algunos acordes en la guitarra.

A los 14 emprendió su carrera musical uniéndose, como bongosero, al Conjunto Hermanas Soustache (1943-1944). Posteriormente (1944-1947) figuró en el Conjunto Monterrey, de Monchito Muley y Juan Palm «Mentoquín». Durante el período 1947-1953 trabajó de manera alternada con las orquestas de Frank Madera, Armando Castro, Augusto Coén y Miguelito Miranda, así como con la Sonora Boricua de Daniel Santos y los conjuntos acompañantes de Bobby Capó, Myrta Silva, Ruth Fernández y Miguelito Valdés, culminando aquella etapa con el dirigido por el pianista Mario Román en La Riviera Night Club, en el Viejo San Juan.

En 1954 fundó el que sería legendario conjunto orquestal Cortijo y Su Combo, formando una mancuerna con el cantante Ismael Rivera que, a lo largo de siete años, causó sensación en toda la cuenca del Caribe y plazas hispanas de Estados Unidos. Tan brillante fue la trayectoria de este colectivo que, naturalmente, merece capítulo aparte.

Luego de protagonizar junto a «El Sonero Mayor» aquel importante capítulo en la historia de la música afroantillana, Rafael Cortijo prosiguió su actividad artística frente a una nueva agrupación. En diversas etapas, casi siempre por requerimientos – o accediendo a simples sugerencias – de los productores discográficos, identificó a su banda con diferentes nombres. Durante su paso por Tico Records, por ejemplo, se promocionó como Cortijo y Su Bonche, aunque al realizar dos reencuentros con el gran «Maelo» en los álbumes “Bienvenido / Welcome!” (SLP-1140) en 1966 y “Con todos los hierros” (LP-1158) en 1967, retomó el que lo hizo famoso: Cortijo y Su Combo. Los vocalistas Lysedia Sanjurjo, Roberto Angleró, Luis «Che» Delgado y Vitín Meléndez figuraron en su nómina durante aquel lustro. “Sorongo” (SLP-1170 – grabado en 1967); “Ahí na má / Put It There!” (SLP-1196) – con el excelente sonero panameño Camilo Azuquita y los boricuas Nacho Sanabria y Marvin Santiago (1969) – y “Pa’ los caseríos” (1970), jamás perderían vigencia en la preferencia de los salseros de la mata.

Inmediatamente después, se incorporó al catálogo de Ansonia Records, a cuyo catálogo abonó dos producciones identificándose con su nombre original: “Noche de temporal” (SALP-1476) en 1970 y “Cortijo y Su Combo, Vol. 2″ (SALP-1481) en 1971. Sin embargo, en el interín compartió crédito estelar con el no menos prestigioso percusionista Francisco «Kako» Bastar en otro álbum que alcanzaría categoría de clásico: “Ritmos y cantos callejeros” (SALP-1477), grabado en el estudio Bellone, en Manhattan, el 7 de mayo de 1970. El excelentísimo Chivirico Dávila tuvo a su cargo las vocalizaciones.

Al vincularse al sello West Side Latino, de Arturo Sáiz, comenzó a venderse como Rafael Cortijo y Su Orquesta. A este período pertenece el álbum “Cortijo con Las Siete Potencias” (LP-2035), editado en 1974, en el que destaca el talentoso sonero Junior Córdova. Precisamente de ese mismo año data su álbum-debut bajo el amparo de la entonces recién creada etiqueta Coco Records, de Harvey Averne: “Juntos otra vez” (CLP-113), que marcó su tercer reencuentro con Ismael Rivera y se grabó “en vivo” durante el concierto que reunió a los miembros del grupo que se hizo célebre – sería incorrecto llamarlos “los originales” – en el Coliseo Roberto Clemente, el 25 de junio. Tal disco se editó en agosto. En lo sucesivo, la banda se promocionó brevemente como Cortijo y La Máquina del Tiempo. Fueron sus siguientes producciones: “Time Machine” (1974); “Champions” (1975) y “Caballo de hierro” (1977), cuya dirección musical recayó en Charlie Palmieri. Ya para entonces Fe Cortijo brillaba como su cantante estelar.

Sus dos últimas grabaciones las realizó en Puerto Rico, pues aunque pasó prolongadas temporadas en su patria, hasta entonces su centro de operaciones oficial era Nueva York. La primera se titula “El sueño del maestro” (Tierrazo, TLP-008), producida por Frank Ferrer en 1980. Fe Cortijo e Ismael Rivera, hijo, fueron los vocalistas de este disco, en el que se presenta al grupo como Rafael Cortijo y Su Orquesta. Incluyó las piezas “Elena, Elena” y “Gotas de veneno”, que significaron sus últimos éxitos. En la segunda, “Cortijo bailable” (Velvet/Golden Stereo 6012), cuya dirección compartieron Ray Santos y Louie García, volvió a ser Cortijo y Su Combo. Se editó pocos meses antes de su deceso.

Víctima de cáncer pancreático, Rafael cortijo Verdejo falleció en el hogar que compartía con su hermana Rosa, en el apartamento 313 del Edificio 15 en el Residencial Público Luis Lloréns Torres, en Santurce, el 3 de octubre de 1982. Su sepelio, efectuado en el Cementerio de Villa Palmeras el día 6, constituyó una impresionante manifestación de duelo popular: sobre 15,000 admiradores asistieron a darle el último adiós. Inspirado en aquellas emotivas escenas, el novelista Edgardo Rodríguez Juliá escribió su elogiada obra “El entierro de Cortijo” (1983). Además de su hija adoptiva y cantante de su orquesta Fe Julia, le sobrevivieron dos biológicos: Rafael «Timbe» (n. en 1975) y Zoila Rosa (n. en 1976).

Lista parcial y cronológico de los intérpretes de sus composiciones –

Grabadas por Cortijo y Su Combo en voz de Ismael Rivera: “El chivo de la campana” (Seeco, 1958); “Entra, mujer” y “Sebastiana”, guarachas (Mar-Vela, 1959); la plena “Ramona” y la bomba “Yo soy del campo” (Gema, 1960) y “Agua que va caer” (Tico, 1976). En voz de Roy Rosario: “Amarra la cadena” (Seeco, 1958).

Con Kako, en voz de Chivirico Dávila: “Compay Sapo”, plena (Ansonia, 1970).

Con su orquesta en voces de Fe Cortijo e Ismael Rivera, hijo: “Cirilo Sánchez” y “Gotas de veneno” (Tierrazo, 1980).

Carlos Montiel: “La bomba” (Adria, 1960).

Súper Combo Caracas: “Sebastiana” y “Compay Sapo” (Karibe, 1974).

Ismael Rivera & Los Cachimbos: “A bailar mi bomba” (Tico, 1980).

Marvin Santiago: “Al son de la lata baila el chorizo” (TH, 1980).

Ismael Rivera, hijo: “Bambulé” (Sony Music, 1991).

Los Hijos de la Salsa: “Soy del campo” (LHS, 1985).


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Rafael Cortijo Verdejo

By Miguel López Ortiz

PLACE OF BIRTH: 

Santurce, Puerto Rico

DATE OF BIRTH: 

December 11th, 1928

DATE OF DEATH: 

October 3rd, 1982 

In the dictionary of Afro-Antillean music, the name Rafael Cortijo is synonymous with legend. It is one of its highest and most revered figures. Cortijo was the leader of one of the most admired rhythmic organizations during the second half of the 20th century: Cortijo y Su Combo. Caribbean drum master. An inspiration of two generations of rumba lovers and of the Puerto Rican rhythms of bomba and plena. This unrepeatable character, of very humble origin, was the son of Juan Cortijo Clemente and Juana Verdejo, who also procreated Francisco, Cecilia, Rosa and Gilberto. He was 11 years old when trumpeter Paulino Flores introduced him to the fascinating universe of Caribbean music, teaching him the basics of performing the bongo. Thereafter, without a teacher, Cortijo learned to play the timbal, the tumbadoras – or congas – and some chords on the guitar.

At 14 he began his musical career joining, as a bongo player, the Conjunto Hermanas Soustache (1943-1944). Later (1944-1947), he appeared in the Conjunto Monterrey, by Monchito Muley and Juan Palm “Mentoquín”. During the period between 1947 and 1953, he worked alternately with the orchestras of Frank Madera, Armando Castro, Augusto Coén and Miguelito Miranda, as well as with the Sonora Boricua by Daniel Santos and the accompanying ensembles of Bobby Capó, Myrta Silva, Ruth Fernández and Miguelito Valdés, culminating that period with pianist Mario Román at La Riviera Night Club, in Old San Juan.

In 1954, he founded what would become the legendary orchestral ensemble Cortijo y Su Combo, forming a team with singer Ismael Rivera. Together and over the course of seven years, they were a sensation throughout the Caribbean and in many Hispanic communities in the United States. This group’s history is so brilliant that, naturally, it deserves a separate chapter.

After starring with “El Sonero Mayor” in that important chapter in the history of Afro-Antillean music, Rafael Cortijo continued his artistic activity in front of a new group. At various stages, almost always due to requests – or accessing to simple suggestions – from the record producers, he identified his band with different names. During his time at Tico Records, for example, he promoted himself as Cortijo y Su Bonche, although when he made two reunions with the great «Maelo» in the albums “Bienvenido / Welcome!” (SLP-1140) in 1966 and “Con todos los hierros” (LP-1158) in 1967, he returned to the one that made him famous: Cortijo y Su Combo. Vocalists Lysedia Sanjurjo, Roberto Angleró, Luis «Che» Delgado and Vitín Meléndez were in the group during that five-year period. “Sorongo” (SLP-1170 – recorded in 1967); “Ahí na má / Put It There!” (SLP-1196), with the excellent Panamanian sonero Camilo Azuquita and Puerto Rican singers, Nacho Sanabria and Marvin Santiago (1969), and “Pa’ los caseríos” (1970), were records made during this period that had never lose validity in the preference of the salseros de la mata.

Immediately after, he incorporated two productions in the Ansonia Records catalog, identifying with his original name: “Noche de temporal” (SALP-1476) in 1970 and “Cortijo y Su Combo, Vol. 2″ (SALP-1481 ) in 1971. However, meanwhile he shared credit with another prestigious percussionist named Francisco «Kako» Bastar in another album that would reach the category of classic: “Ritmos y cantos callejeros” (SALP-1477), recorded in the Bellone studio , in Manhattan, on May 7, 1970. Chivirico Dávila was in charge of the voices.

By joining the West Side Latino label, by Arturo Sáiz, he began to identify himself as Rafael Cortijo and his orchestra. The album “Cortijo con Las Siete Potencias” ​​(LP-2035), published in 1974, belongs to this period, in which the talented sonero Junior Córdova stands out. Precisely that same year, his debut album came out under the protection of the then newly created label Coco Records, by Harvey Averne: “Juntos otra vez” (CLP-113), which marked his third reunion with Ismael Rivera and was recorded “live” during the concert that brought together the members of the group at the Roberto Clemente Coliseum in San Juan, on June 25. This album was released in August. Thereafter, the band was briefly promoted as Cortijo y La Máquina del Tiempo. His following productions were: “Time Machine” (1974); “Champions” (1975) and “Caballo de Hierro” (1977), whose musical director was Charlie Palmieri. By then, Fe Cortijo was shining as its star singer.

His last two recordings were made in Puerto Rico, because although he spent long periods in his homeland, until then his official operations center was New York. The first one is titled “El sueño del maestro” (Tierrazo, TLP-008), produced by Frank Ferrer in 1980. Fe Cortijo and Ismael Rivera, Jr. , were the singers in this album, in which the group is presented as Rafael Cortijo and his orchestra. He included songs like “Elena, Elena” and “Gotas de veneno”, which were his latest hits. In the second, “Cortijo bailable” (Velvet / Golden Stereo 6012), whose direction was shared by Ray Santos and Louie García, it became Cortijo y su combo. It was published a few months before his death.

Victim of pancreatic cancer, Rafael Cortijo Verdejo died in the home he shared with his sister Rosa, in apartment 313 of Building 15 in the Luis Lloréns Torres Public Residential, in Santurce, Puerto Rico on October 3rd, 1982. His funeral, carried out in the Villa Palmeras Cemetery on October 6th, was an impressive manifestation of popular mourning: over 15,000 admirers attended to say their last goodbye. Inspired by those emotional scenes, the novelist Edgardo Rodríguez Juliá wrote his praised work “El entierro de Cortijo” (1983). In addition to his adoptive daughter and singer in his orchestra Fe Julia, two biological children survived him: Rafael “Timbe” (born in 1975) and Zoila Rosa (born in 1976).

Partial and chronological list of the interpreters of his compositions–

Recorded by Cortijo y su Combo in the voice of Ismael Rivera: “El chivo de la campana” (Seeco, 1958); “Entra, mujer” and “Sebastiana”, guarachas (Mar-Vela, 1959); the plena “Ramona” and the bomba “Yo soy del campo” (Gema, 1960) and “Agua que va caer” (Tico, 1976). In the voice of Roy Rosario: “Amarra la cadena” (Seeco, 1958).

With Kako, in the voice of Chivirico Dávila: “Compay Sapo”, plena (Ansonia, 1970).

With his orchestra in the voices of Fe Cortijo and Ismael Rivera, Jr.: “Cirilo Sánchez” and “Gotas de veneno” (Tierrazo, 1980).

Carlos Montiel: “La bomba” (Adria, 1960).

Súper Combo Caracas: “Sebastiana” and “Compay Sapo” (Karibe, 1974).

Ismael Rivera & Los Cachimbos: “A bailar mi bomba” (Tico, 1980).

Marvin Santiago: “Al son de la lata baila el chorizo” (TH, 1980).

Ismael Rivera, Jr.: “Bambulé” (Sony Music, 1991).

Los Hijos de la Salsa: “Soy del campo” (LHS, 1985).


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